Estaba a
punto de amanecer y Nerea no era capaz de dormir. Daba vueltas y vueltas y
nada. Había escuchado música, había leído y había jugado con su DS. Ya no sabía
qué hacer así que se levantó a tomar un vaso de leche. Llevaba puesta una de
las viejas camisetas de su hermano. Adoraba dormir con camisetas de chico. Ella
era del tipo de chicas que creía que las camisetas de chico fueron inventadas
para usarse como pijama de mujer. Cruzó el pasillo a oscuras y fue a su cocina.
Cogió su vaso de Bob esponja, de estos que venían con la nocilla y se sentó en
la mesa. Se quedo allí un rato pensando hasta que alguien entró en la cocina.
- ¿Qué
haces aquí? –Era Aitor. Pero ¿Por qué estaba despierto a estas horas?
- No puedo
dormir y tenía sed.
- Ah.
Esto… gracias por ayudar a tu hermano a traerme esta noche.
- Parece
que ya has recuperado la consciencia ¿eh?
- Lo
siento, por hacerte cargar conmigo.
- Va, no
te preocupes. Yo me vuelvo a la cama y tú deberías hacer lo mismo como te pille
mi padre a estas horas de la mañana te crujirá. Buenas noches.
- Adiós.
Nerea se
volvió a la cama, y supuso que Aitor también lo habría hecho. Jamás habían
hablado mucho, lo típico, saludarse, despedirse, felicitación de navidad y
cumpleaños y poco más pero lo había visto un montón de veces, era uno de los
mejores amigos de su hermano y muchas veces acaparaban la televisión jugando al
FIFA en la Play. Nerea se consiguió dormir a los pocos minutos, el vaso de
leche le había sentado bien.
Al día siguiente, domingo, Nerea se levantó a
las doce, para haber dormido tan poco no era tarde y a pesar de ser domingo la
pobre chica tenía que ponerse a hacer siete ejercicios de análisis sintáctico y
estudiar historia. ¡Análisis sintáctico! Pero ¿A quién le importa el análisis
sintáctico? ¿Alguien lo va a usar en el futuro? ¡Es verdad leches! Tú no vas
por la calle pensando “Juan (sujeto) comió (verbo) patatas (complemento
directo)”. Bueno después de desayunar un cola-cao con un donuts y vaguear un
buen rato entre el sofá y el ordenador decidió que era hora de hacer algo
productivo con su domingo, o al menos intentarlo.
Llevaba una hora haciendo las frases de las
narices y ya le quedaban tres solamente, cuando su hermano entró en el salón.
- ¿Qué haces?
-
- Análisis sintáctico de frases y ahora me
pondré a estudiar historia.
- -
Va, no sé para que lo haces si total eres
tonta.
-
- Eres idiota – Digo a la vez empujándole
suavemente – Claro, tú con salir con el idiota de tu amigo y liarte con tres
tías cada noche lo tienes solucionado ¿eh?
-
- ¡Eh, que ese no soy yo, que yo desde que lo
dejé con Marta no he estado con nadie! Ese es Aitor.
-
- A propósito ¿Se ha ido?
-
- Que va, sigue roncando parece un tronco,
macho. ¿Quieres que se vaya?
-
- Hombre, no es que lo quiera pero quiero
ducharme y no me apetece hacerlo estando él en casa.
- -
Va, puedes hacerlo, no va a entrar al baño
mientras tú estés y violarte.
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